Nicolás León

La nueva brújula

Nicolás León Director Ejecutivo IdeaPaís

Por: Nicolás León | Publicado: Miércoles 30 de marzo de 2016 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Nicolás León

Nicolás León

Imbuida en la vorágine de un marzo especialmente movido en términos políticos, pasó desapercibida una noticia que entrega esperanzas a todos aquellos que nos sentimos de oposición al actual gobierno.

El conglomerado “Chile Vamos”, del cual participo en su Consejo Político, ha aprobado un nuevo documento de principios que incluye una convocatoria abierta a todos los que quieren construir una alternativa viable de oposición. Un documento, que distinto a lo que estábamos acostumbrados, pretende entregar parte del anhelado relato político.

Esta síntesis política enmarca la acción del nuevo conglomerado en cuatro ejes políticos y entrega nuevas perspectivas que son dignas de destacar.

La primera, que a mi gusto es la más importante, es que simbólicamente reconoce la multiplicidad de tradiciones y miradas que existen en un conglomerado de centroderecha, incluyendo no solamente el liberalismo y el gremialismo, sino que también el socialcristianismo, el pensamiento nacional-popular, entre otros. De hecho, en ese sentido el nombre es muy decidor -al documento se le llama “convocatoria política”- justamente porque busca generar diálogo, apertura y encuentro, revitalizando tradiciones de pensamiento indispensables para proyectar este nuevo conglomerado amplio con visión de sustentabilidad y sustancia política.

Lo segundo que llama bastante la atención, es que este documento pone en valor conceptos tales como la estética, el paisaje, la descentralización, la territorialidad, la justicia social y el bien común. Tradicionalmente en la centroderecha éstos han estado subordinados a criterios económicos. Su novedosa inclusión hoy constituye una voz clara para afirmar que lo político está por sobre de lo meramente económico, reconociendo este aspecto como uno importante, pero negando esa especie de dominio exclusivo que tiene para algunos en las discusiones públicas basadas en el “eficientismo”.

Por último, y de especial importancia para aquellos que hemos venido desarrollando un trabajo por años con miras a instalar la solidaridad como un criterio rector en nuestra cultura, vemos con alegría que el documento hace alusión varias veces a la naturaleza social del hombre y al valor de la unidad en la comunidad. Señala, explícitamente, que el bien del país pasará por una sociedad civil más fuerte como también por un Estado que fortalezca, en este sentido, las comunidades intermedias y que disperse (y esté dispuesto a balancear) el poder. El impulso de la sociedad civil como actor hasta ahora opacado por las sombras del mercado y del Estado, resulta especialmente atractivo. Además el documento pone énfasis en la descentralización, la división del poder en todo sentido, las tradiciones de los pueblos, el valor por el territorio y su conservación entre otros aspectos que le dan fuerza a este punto.

En tiempos como los que estamos viviendo, con una política completamente desprestigiada, señales como esta entregan esperanza para el futuro. Muchos de los que hemos sido críticos de la centroderecha por su falta de “relato”, vemos aquí una respuesta fuerte que señala un camino. Ahora, eso sí, viene la parte más difícil: lograr que esto no se quede solamente en una declaración de voluntades sino que se convierta verdaderamente en una brújula que oriente la navegación de un viaje que cambie la realidad actual.

Lo más leído